El arte para Lola Erhart (Buenos Aires, Argentina, 1989) no es solo una expresión visual, sino un medio para transformar sus emociones más íntimas y para encontrarse a sí misma. Convirtiéndose en un espacio de libertad donde canaliza sus sentimientos y reflexiones. Durante este proceso creativo, se sumerge en una suerte de performance personal, donde la música y el movimiento de su cuerpo danzan en armonía con los trazos que plasma en la tela.
En sus obras, el cuerpo humano se convierte en el objeto central de estudio, explorando la dualidad entre la figuración y la abstracción. Los temas recurrentes en sus pinturas son sus amigos cercanos y mujeres de su entorno, otorgando así un sentido íntimo y trascendente a su obra.