En esta obra, Guillem Nadal nos invita a recorrer una isla que no existe en los mapas, sino en la memoria, en la emoción, en el tiempo. Bajo formas curvas y casi abstractas, se dibuja un viaje interior, circular, que regresa siempre al mismo lugar: a uno mismo.
Esta obra es parte de su extenso proyecto “Projecte per a una illa”, una reflexión pictórica que no busca representar un paisaje físico, sino mental. Nadal no pinta la Mallorca que lo vio nacer, sino la que habita en su interior.
Desde su estudio en Son Servera hasta sus inviernos en Asia, Nadal traza con cada obra un mapa propio. Y con «Proyecto de una isla», nos recuerda que todos, de algún modo, estamos construyendo la nuestra.